La única peña esquiadora y montañera del Real Zaragoza nació un dia soleado en las pistas de esquí de Formigal cuando su fundador y dos socios más se deslizaban por el precioso manto blanco. En el receso de esta jornada de esquí se comentó medio en broma medio en serio la posibilidad de fundar una peña zaragocista que diera cobertura a toda la gran afición blanquilla de todos los municipios de la Bal de Tena y Tierra de Biescas.